Hoy quiero mostraros una idea genial para sorprender y que se puede elaborar con los más pequeños, aunque no tengo claro a quien le va a gustar más la experiencia.
Lo que vamos a elaborar es un shushi casero, pero es algo más especial porque los ingredientes a utilizar son todos gominolas, que siempre es más original.
Un dulce nunca amarga a nadie y es un buen detalle para todo el mundo.
Lo que se necesita son chucherías, principalmente nubes, regalices o lenguas de pica-pica y luego las golosina que queramos para el relleno y decorar.
A la hora de elegir las gominolas, intenté que los colores tuvieran un sentido, aunque a veces es imposible, pero había que intentarlo.
Elegí las chuches un poco en función de los colores del shushi originar, es decir, naranjas como el salmón, verdes como el wasabi y negro como las algas
Otra cosa que queda ideal es colocar peces de gominola encima del shushi, los hay mucho mejores y más elaborados que los que yo compre y quedan más bonitos, así que si tenéis tiempo buscarlos que son guapísimos.
Es un trabajo muy divertido, bonito y sobretodo apetecible, ¿quién se puede resistir a comer alguna mientras lo estas haciendo?
Lo que hay que hacer es envolver una gominola a tu gusto, vale más que no sea muy grande, en una nube y colocarle una lengua de pica-pica alrededor, otra opción es colocar la gominola elegida encima de la nube y unirlas mediante un trocito de regaliz. Hay millones de combinaciones, todo depende de tu creatividad, así que a crearlo todo.
Yo lo metí en una quesera, pero se puede colocar en cualquier recipiente que os guste, aunque se os sirve de consejo, si son para comer en el día, queda genial presentarlas en un plato de pizarra o cristal.
Ah! y que no se os olviden los palillos para su degustación, ¡Buen apetito!
Y AQUÍ ESTA EL RESULTADO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario