jueves, 11 de diciembre de 2014

Bola de navidad.


Cuando pienso en la navidad me viene a la mente el color blanco de la nieve, el frío del invierno con el contraste del calor de las luces de la ciudad, las grandes comilonas en familia y la decoración de cada rincón de la casa.

Este año me apetecía hacer una bola de navidad, quería tener casi todas las características anteriores concentradas en algo pequeño y la verdad, estoy encantada con el resultado.

La inspiración se apoderó de mí estando en la tienda "Tiger", esta franquicia se encuentra en varios países, con lo que supongo puedas encontrarla sin problemas, pero no te preocupes si no conoces ninguna cercana o no te apetece ir de compras, te propongo un plan B, que sorprendentemente me gusta más que el A.







Los materiales necesarios son bastante sencillos y en esta época se encuentran fácilmente. Necesitas:

- Flor de pascua artificial.
- Nieve en polvo 
- Bola (En Tiger en realidad se venden como especieros)







El proceso es sencillo, empezamos por cortar el tallo de la flor de pascua para así poder introducirla en la bola de navidad,  no sabría decir el tamaño aproximado que debe tener el tallo, quizás lo ideal sería un poco menos que el diámetro de la bola, aunque no hay problema si queda un poco más corto porque luego no se va a ver. Además del tallo tuve que recortar un poco las hojas para que así me quedara la flor completamente abierta una vez dentro de la esfera. Cuando veas que ya tienes el tamaño deseado solo queda introducirla por el agujero y agregar la nieve en función de cada gusto, lo que yo hice fue añadirla hasta cubrir todo el tallo de la flor.

Listo ¿Verdad que no es complicado?.




Pues aquí viene la segunda opción por si no tienes la bola, vaya, lo que era antes el plan B.

Los materiales son exactamente los mismos, pero se cambia la bola por un bote de conservas y se añade un trozo de lámina de corcho y un lazo rojo.

El proceso es exactamente igual, simplemente se modifica el cierre del tarro, para ello recorta la silueta de la tapa en el trozo de corcho y posteriormente pega el recorte a la tapa, para finalizar nos queda disimular los cantos del cierre y para ello colocaremos un lazo alrededor.

Como principal diferencia destacar que al ser un tarro grande no hizo falta recortar las hojas de la flor.

















Y AQUÍ ESTÁ EL RESULTADO!!










Os puedo asegurar que en persona es mucho más impresionante, ya que con el reflejo del cristal y la nieve es difícil apreciar la realidad.

Espero que os haya gustado!

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